UÑAS DE ACRÍLICO, LO QUE DEBES DE SABER

 

 

Vivimos en la era de la belleza, en donde nos saturan con productos nuevos y tendencias todos los días de nuestras vidas. Los famosos cumplen su parte al extender la moda por todo el mundo usando sus cuentas de Facebook, Snapchat o Instagram.

 

De pronto aparece Kylie Jenner con uñas largas y negras, y todas las mujeres corren al lugar más cercano a dejarse las uñas igual. O en una alfombra roja aparece Gigi Hadid con uñas efecto espejo, y en todos lados aparecen esmaltes que juran dejar el mismo efecto.

Así de poderosas son las redes sociales. Pero la dificultad con la que nos topamos es que las personas normales no podemos pagar a un manicurista como los que pagan Gigi o Kylie. Ni tampoco podríamos pagar la cantidad de dinero que pagan por un simple esmalte.

Nosotras debemos ser muy cuidadosas porque podemos caer en el lugar equivocado y acabar arruinándonos física y económicamente.

El acrílico es un material que se ha usado desde hace un par de años para sustituir a las uñas postizas que conocíamos antes. Son caras, pero duran más tiempo y el acabado es mucho más natural (dependiendo la técnica que se utilice).

Puedes encontrar diferentes texturas, colores, efectos. Y en realidad, cuando se tiene buen gusto, son excelentes para lucirlas en eventos importantes como bodas, XV años y graduaciones.

Sin embargo, ¿Qué ocurre cuando caes en las garras de una charlatana sin profesionalismo? ¿O con una persona ignorante que a penas va empezando y no se toma la molestia de investigar bien antes de aplicarte el acrílico?

Te voy a decir que sucede. Se va a ganar tu odio por siempre. Las uñas de acrílico, cuando no son aplicadas de manera correcta, pueden causar mucho daño a tu uña natural.

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Foto: Internet

 

Voy a contarte el caso de Camila (obviamente no es su nombre verdadero, pero en realidad le pasó eso). Contrató a una manicurista para el día de su boda. Agendó una cita, incluso pagó un adelanto por el servicio. Pues bien, no respetaron la hora de su cita.

Media hora antes de llegar al lugar, le llamaron para decirle que su cita tendría que posponerse dos horas más. No le gustó. Pero trató de sobrellevarlo y no molestarse. Cuando llegó al salón, todavía estaban atendiendo a otra clienta. Tuvo que esperar media hora más para que la atendieran.

Después de ese «pequeño» inconveniente, todo fluyó normal. La chica hizo su trabajo, y aunque se tardó tres horas en acabarlo, Camila salió feliz del lugar. Pasó la boda. De hecho pasaron dos semanas. Una uña comenzó a despegarse, la chica le había dicho que por retirar las uñas serían cien pesos mexicanos (la aplicación le había costado trescientos).

Camila prefirió no ir con la chica. No quería volver a esperar que la atendiera y que se tardara tanto tiempo. Así que hizo lo que muchas hacemos en la actualidad, buscar en YouTube.

 

Todos los tutoriales parecían sencillos. A las vloggers se les desprendían las uñas sin mayor problema. Pero a Camila no. Se dio cuenta entonces que la manicurista era una persona muy poco profesional; le había colocado demasiadas capas de acrílico en las uñas, casi medio centímetro de espesor.

Trató de mantener la calma. Tuvo las manos sumergidas en acetona durante 20 minutos (las vloggers decían que sólo con 10 bastaba), nada pasaba. El acrílico no se ablandaba. Pasó otra media hora. Nada. Las manos comenzaron a ponérsele blancas y muy resecas. Pero el acrílico seguía intacto.

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Foto: Internet

 

Tuvieron que pasar 4 horas en intervalos de 20 minutos para que Camila pudiera desprenderse el acrílico. Tuvo que raspar sus uñas que ya estaban desgastadas y quebradas. Le quedaron adoloridas.

Al final Camila cometió dos errores; el primero fue contratar a alguien que demostró poco profesionalismo desde el momento que no respetó el horario de su cita. El segundo fue resolver el problema por ella misma y no pagar para que un verdadero profesional la atendiera al retirar las uñas.

No cometas estos errores. Si vas a pagar por un servicio, asegúrate que sean profesionales y no gente improvisada que no sabe lo que hace, y que al final de todo acabarán lastimándote y desfalcándote.

Más vale pagar un servicio bien hecho, que ahorrar unos pesos y vivir con las consecuencias de un trabajo mal hecho. No sólo hablamos de uñas maltratadas, hablamos de infecciones, de hongos, de consecuencias graves para tu salud.

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Foto Internet

 

 

Camila pasó meses cuidándose las uñas, porque a partir de ahí le crecían débiles y se le trozaban…además de que la chica le dejó otros recuerditos en las pestañas y en el cabello, pero de eso hablaremos después.

Por ahora sólo te recomendamos que tengas mucho cuidado con las personas que contratas. No te vayas a llevar una desagradable sorpresa. ¿O acaso te ha pasado ya? Cuéntanos tu historia.

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